martes, 17 de marzo de 2009

Un poco de historia

En esta ocasión describí la mutación de la ciudadanía en el marco de la globalización y del paradigma neoliberal y vinculé la relación entre ciudadanía, Estado, Cultura global y economía.

La ciudadanía en proceso de cambio”

Introducción:
Tomando como referencia el libro de Alberto Lettieri , “la civilización en debate”, el termino de ciudadanía se va conformando a partir del reconocimiento de los derechos de primera generación, o sea los derechos civiles, obtenidos durante el transcurso de las tres revoluciones liberales (Rev. Inglesa, Rev. Norteamericana y Rev. Francesa), en la que se reconocieron derechos de libertad de expresión, derechos de transito, derechos de circulación, derechos del hombre y derechos de ciudadanos.
Los derechos de segunda generación o políticos se fueron extendiendo a lo largo del Siglo XIX , y consolidando a partir de 1873 con la aparición de las democracias de masas, en la cual el ciudadano podía elegir representantes y ser elegido.
Derechos de tercera generación o sociales se extienden a lo largo del Siglo XX, más precisamente después de la 2 Guerra Mundial. Comprenden el derecho al salario digno, a derecho a la educación, derecho a la salud, derecho al trabajo, etc. Los derechos sociales tienen su época de gloria luego de la 2 Guerra Mundial, con la inclusión del Estado de Bienestar, período en que el Estado garantiza el pleno empleo, asume un compromiso social hacia los sectores más desprotegidos y asegura una equitativa distribución de bienes sociales, asume rol de árbitro entre capital y trabajo, mayor protección contra el trabajo insalubre, otorga licencias por maternidad y enfermedades, también concedió derechos para jubilados, etc. Pero todo tiene un fin, y este Estado Benefactor lo encontró en la década del 70 produciéndose retrocesos en políticas sociales.
Por estos días que corren, vivimos en un mundo globalizado bajo un paradigma tecnológico y de producción llamado Neoliberalismo, mundo en el cual el concepto de ciudadanía fue modificándose.

Cambios en la ciudadanía
Para entender como muta la ciudadanía durante la Globalización, hay que entenderla en relación a los cambios producidos en el Estado (texto de Adam Przeworski), la cultura global (texto de Edgar Montiel) y en la economía (texto de Joseph Stiglitz) dentro del paradigma Neoliberal.
Przeworski nos dice que el Estado mediante sus representantes domina a los ciudadanos, estos deben aceptar sus imposiciones sin ninguna objeción, por eso Przeworski define al Estado como dominador.
Los ciudadanos utilizan las instituciones para que sus derechos sean respetados por los gobiernos. En las democracias, existen mecanismos horizontales que consisten es pesos y contrapesos recíprocos entre las diferentes ramas del gobierno que se controlan entre si y actúan como una especie de contralor horizontal.
Pero no solo existen mecanismos horizontales en las democracias, también los hay verticales y esta es la forma que tiene el ciudadano de controlar al gobierno y evitar sus abusos. El voto es el mecanismo por el cual el ciudadano se expresa, sin embargo este es débil y la ciudadanía se vuelve restringida, no hay ciudadanía efectiva, debido a que no todos los ciudadanos pueden ser elegidos para integrar un gobierno a pesar de que las democracias plantean que los derechos políticos son universales y todos pueden gozar de ellos. Agregando también que si un representante del gobierno no cumpliese efectivamente su cargo no hay pasibilidades de revocarle el mandato ( excepto algunas democracias de América Latina) por eso es probable que haya mecanismos adicionales para hacer posible el control popular.
Przeworski afirma que en la sociedades donde la distribución de las riquezas son muy desiguales no pueden cumplirse las leyes correctamente y por ende los derechos de los ciudadanos quedan sin cumplir, expuestos y desprotegidos. El problema no radica en las instituciones, de hecho ninguna reforma en las instituciones haría cambiar la situación porque el problema no es institucional sino fiscal. El Estado es pobre y es incapaz de gravar impuestos a los ricos y esto se debe a la influencia que estos tienen sobre el Estado. Este es capturado por los sectores dominantes.
A diferencia de Przeworski, Stiglitz va a afirmar que estos sectores dominadores del Estado son gente muy poderosa como empresarios por ejemplo, que durante los años 90, época de gloria, se enriquecieron, hicieron grandes fortunas gracias a la Nueva Economía que puso énfasis en las nuevas tecnologías y en la comunicación, se pensaba que estas llevarían al fin del ciclo económico. Stiglitz va a llamar a esta época “ los felices 90”. Los empresarios pensaban que la felicidad y la lluvia de riquezas sería eterna, sin embargo esto no fue así y la crisis económica del 2001 producida en EEUU dejó expuestos los aspectos mas indecorosos del “Boom económico”. El mercado bursátil sobre valorizó a las nuevas tecnologías y a las innovaciones en la telecomunicación, y en el 2001 la bolsa se fue a pique por lo tanto la economía entro en una grave recesión y afectó a todos los ciudadanos, sin embargo la productividad siguió aumentando y también crecía el desempleo, se necesitaban menos trabajadores.
En el pasado, las empresas mantenían a los trabajadores a pesar de que estos ya no fueran necesarios, esto generaba a largo plazo atraer y retener a los mejores trabajadores y la lealtad hacía que los empleados trabajaran más duro por su empresa. Pero durante los años 90, a las empresas ya no les importa el trabajador, sino que buscan resultados por lo tanto si el trabajador no esta a la altura de las circunstancias y no rinde, seguramente será despedido.
Por todo esto es que “hoy en día hablamos de una empleabilidad de por vida y no de empleo para toda la vida. El empleo se cambia fácilmente, uno no nace y muere en una empresa”.
También, con los cambios de la economía de los años 90, cambiaron las formas de las jubilaciones. Las personas han llegado a depender de programas de pensiones privadas para aumentar la cuota del ingreso de sus jubilaciones, es decir que se privatizó la seguridad social.
Por todo lo mencionado anteriormente podemos afirmar que los mercados económicos se han vuelto muy inestables y ya nada es seguro.
Montiel también va a analizar esta irrupción de las nuevas tecnologías en el mercado, dice que transforma la manera de crear, producir y consumir los productos y ha producido grandes intercambios especialmente de bienes culturales, en el cual EEUU es el mercado más importante.
Con estas nuevas tecnologías, los bienes culturales llegan a amplios extractos socio-económicos. Hoy en día, el mercado esta saturado por excedente de bienes culturales que son promocionados e intercambiados por Internet. Con el nacimiento de las nuevas tecnologías da nacimiento a las industrias culturales.
A partir del nacimiento de estas industrias, aparecieron grupos que monopolizaban el mercado cultural. La publicidad fue un factor fundamental en esta nueva industria, ya que gracias a ella se promocionan los productos y los ubica a escala mundial. Agregando también que esto es posible a través del marketing que impuso los mismos códigos y referencias culturales en todo el planeta.
Montiel también habla de cómo afecta la globalización y sus nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la vida de los ciudadanos. Con el arribo de estas tecnologías se modifica la cultura, que pasó de “estar determinada por el ámbito histórico o espaciales precisos, donde se asienta una nación o áreas geográficas precisas marcadas por presencia de pueblos, etnias, creencias religiosas, etc.”
Al estar conectadas las comunidades y organizaciones más allá de las fronteras nacionales, hace que millones de personas anónimas interactúen entre si.
La consecuencia que genera este fenómeno se ven en las reconfiguraciones de las identidades culturales que se manifiestan como identidades híbridas, fragmentadas y transitorias que propician la fusión de las identidades culturales tradicionales con las manifestaciones que emanan de la globalización.
Montiel dice que estos fenómenos separan al ciudadano de su contexto inmediato, se pierden las interacciones cara a cara, entonces los individuos y la colectividad pierden sus referentes culturales vinculados a su espacio geográfico determinado y se produce la fragmentación de la ciudad y una virtualización de la cultura, por ende las personas están autoexiliadas y menos dispuestas a ejercer responsabilidades sociales y participación en acciones políticas. Pero también, la Globalización reafirmo identidades tradicionales surgiendo así movimientos contra-hegemónicos que son experimentados como medio para lograr la autodeterminación y la libertad. Agregando además que, el acceso a estas nuevas tecnologías no generan conocimiento sino información y este el primer paso para generar conocimiento, debido a que las informaciones que se encuentran en Internet, por ejemplo, están fragmentadas y es por eso que no generan conocimiento por si solo.
Las instituciones públicas, al igual que lo dicho por Adam Przeworski acerca de los mecanismos de contralor horizontal donde los organismos del Estado se controlaban mutuamente, deberían controlar y redefinir las relaciones entre el Estado y el mercado, establecer controles y medidas para que estas nuevas tecnologías no lleven a la desaparición de algunas culturas, y el Estado a su vez debe orientar y regular las políticas culturales para que la cultura no este solo en manos de instituciones privadas.
Otra de las tesis que plantea Edgar Montiel se refiere a que no solo EEUU influye en la “americanización de América Latina”, es decir el ingreso masivo de la cultura norteamericana en América Latina sino también hay una latinización de EEUU ya que hoy en día la cultura latina esta muy arraigada en Norteamérica.
A modo de conclusión pienso que con el paso del tiempo, irán surgiendo nuevas tecnologías que terminarán por eliminar todas las barreras fronterizas, creando una cultura homogeneizada, global, donde las culturas tradicionales ya no tendrán cabida, siendo desplazadas a un papel secundario. El ciudadano deberá a acostumbrarse y reacomodarse a los cambios que se producen hoy, en el día a día. De lo contrario, el ciudadano podría quedar relegado, excluido de este nuevo mundo sin barreras, de este mundo globalizado.


Bibliografía
Przeworski, Adam. “El Estado y el ciudadano”
Montiel, Edgar. “El nuevo orden simbolico. La diversidad cultural en la era de la globalización”.
Stiglitz, Joseph. “Los felices 90”. Capitulo 8. El riesgo como modo de vida.
Lettieri, Alberto. La civilización en debate. Capitulo 25.

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